Vivir una infancia y adolescencia en el seno de una familia ganadera, hace que tu relación con el mundo animal sea muy especial. Aprendes a respetar la naturaleza y a interiorizarla como el verdadero motor de vida. Le da sentido a la existencia de todo y establece un equilibrio perfecto en nuestro ciclo vital.
Antaño, me refiero en la época de mis abuelos, la vida de los animales era importante para su desarrollo, su alimentación y los cuidados que se le daban, eran pieza fundamental en el ciclo.
Con la industrialización del proceso se perdió el respeto a la vida de los animales y, como consecuencia de ello, a la naturaleza en general.
La incorporación de aditivos, piensos artificiales, medicamentos sin normativa y sin una justificación, más allá del engorde o crecimiento acelerado y artificial para aumentar su rendimiento, son a mi juicio las principales causas de esta pérdida de respeto a la naturaleza. Los animales dejan de ser una fuente de vida para convertirse en un producto inerte y pasan a ser tratados como piezas de un engranaje cuya única misión es engordar la cuenta de resultados de una industria sin alma.
Ante esta tesitura, en el año 2013 decido darle un giro al negocio familiar, y comienzo a recuperar las viejas costumbres, esas que nunca debieron perderse.
En Finca los Julianes, los animales viven en un ambiente natural (Parque Rural de Doramas en el municipio grancanario de Moya, alejados de ruidos, carreteras y tendidos eléctricos), sin estrés, son mimados desde la infancia hasta que llegan a la madurez. Algunos de ellos serán destinados al sacrificio, otros a la puesta de huevos.
Este giro no resultará sencillo, los requisitos para que se produzca un reconocimiento oficial de granja ecológica son muy exigentes. Para abordar este proyecto es necesario estar en constante reciclado: cursos, conferencias, viajes, ferias temáticas, etc. Se podría decir que he recorrido una buena parte del territorio nacional alimentando mi curiosidad y mis conocimientos en la materia. ¡Y lo que aún me queda por aprender!